Pienso estos días una cosa, me viene a la mente un viejo recuerdo, una sensación que se iba perdiendo en el tiempo.
Pienso y escucho el agua correr entre las piedras, mientras las cacatúas cantan
De los árboles cuelgan las chirimoyas, y del cielo las nubes me miran intentando mojar mi cara.
Así es.
Y vengo pensando.
En la selva de Honduras pienso yo.
Para conocer sus secretos y sus más oscuros rincones.
Querría conocer el mundo oculto que descubrieron mis padres, y ver el mar, el Mar del Sur.
Cuánto me habría gustado ponerme unas botas de cuero curtido en Sevilla, y endosarme un casco de hierro, pisando la Tierra.
Para entrar en la jungla, con mi espada ceñida al cinto para conquistar un mundo nuevo.
Para romper a golpes de espada todo lo que nos quita la vida y nos quiere robar el miedo.
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