Decía Don Pedro que la vida es sueño, y que los sueños sueños son.
Abriendo los ojos, haciendo un círculo muy redondo y muy abierto para ver bien las cosas, sintiendo todos los olores y los colores que la luz del día nos regala.
Fragancias y caricias de las cuales está el mundo lleno,
Pero mola más cuando el viento te sopla y juega con tu cara.
En cualquier esquina te puede pasar.
Vas sin nombre por la calle y de repente te encuentras con una nueva oportunidad.
Sin saber por qué, quizás sea por haber querido seguir caminando, a pesar de todo.
Y entonces la luz ya es más intensa, y el azul del mar se convierte en algo mágico.
Es cuando las viejas acusaciones y la vetusta Ley no te parecen, ni te agobien.
Porque no, porque a nosotros no nos va a quitar la vida nadie.
Vamos a luchar hasta el último minuto, ya nos pueden humillar...
Seguiremos estando vivos,
Y preparados para el combate, en honor a Segismundo.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Cuando los minutos se acaben, nos acordaremos de las viejas palabras que no se arrugaron con el tiempo.
Y volveremos a ver de nuevo las cosas redondas otra vez, con nuestros pequeños ojos, para construir un mundo que no se ahogue en el cieno.
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