viernes, 6 de mayo de 2016

Un país a la deriva

"Es obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser putas, libres, bolleras o lo que quieran ser, pero esa conducta realizada en el altar, espacio sagrado para los católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de ofender", recoge el escrito.

"La ridiculización del papel de la mujer en la Iglesia, las frases con rimas pretendidamente ingeniosas, el mostrar el torso desnudo o el sujetador en un espacio que para los católicos es sagrado, el alarde de su forma de vivir que implica expresiones que llevaban pintadas en su torso, tales como 'violenta, bollera, puta, libre, lesbiana, supera con mucho la libertad de expresión", asevera.

"Quitarse el sujetador, sin más no es delito. Pero en nuestra cultura la forma de vestir o no vestir, implica una falta de respeto y consideración frente al otro. En la playa es normal estar sin sujetador para broncearse todo el cuerpo. Pero era un templo, no una playa. En el presente caso, la conducta de la acusada quedándose en sujetador, traspasa lo que podría ser una falta de protocolo o de saber estar", reseña.

Es obvio que, como dice el Fiscal Jefe de Madrid, las frases de la Fiscal que lleva el caso de Rita Maestre, se han sacado de contexto, y, honestamente, no le falta razón a la Señora en lo que dice, al fin y al cabo, eso, que Doña Rita lo haga en su casa, y no en una capilla, porque lo que ha ido a hacer allí es ofender, algo innegable, que por mucho se quiera alegar la Libertad de Expresión, como defiende su Letrado, no cuela.

El principio básico de convivencia se podría resumir en aquello que decía que mi libertad termina donde empieza la de los demás.

De puertas para adentro uno puede hacer lo que le sale de los mismos, o en el caso de ellas, del mismísimo, pero fuera no, y mucho menos en una casa que no es tuya, a la que vas a provocar.

No tiene más recorrido la historia, tan sólo reconocer que hay que tener un mínimo de decencia.

Pero la hipocresía impera a sus anchas, la falsedad y el interés, y sobre todo el "todo vale". Este país, desde que yo tengo uso de razón, si es que alguna vez lo he tenido, no ha estado, a mis ojos, más quebrado, más fraccionado. Las diferencias son insalvables, el materialismo atroz que impera, la deshumanización y el desprecio a la cultura y la honestidad campan a sus anchas tal que los cuatro jinetes del Apocalipsis.

El PP volverá a ganar las elecciones, y esto es porque tiene la base sociológica más amplia y más fiel, que le seguirá votando, aunque mucha gente de derechas lo haya dejado de hacer.

El PSOE, a pesar de todo, se mantendrá, pues 34 años de pirámide administrativa no se pueden derrumbar en una hora, eso lo sabemos muy bien los asturianos y los andaluces, en especial.

Podemos, por mucho que Pablo Iglesias lo intente, no llega, pues le falta el calado necesario para vertebrar un país, lo que a los otros les sobra, a estos les falta, además de dejar en evidencia, procesos mentales que comentaré al final del post.

Y queda Ciudadanos, ¿qué decir de Ciudadanos? Estaban los del Cara al Sol con la camisa nueva, y luego ellos, que son más bien los del Cara al Sol con la corbata nueva, sobrepasando en oportunismo la mejor de las expectativas.

Pero todos son un reflejo de España, de un país que se desangra por los cuatro costados, sin posibilidad alguna de llegar a un acuerdo para alcanzar un objetivo concreto. Si la envidia es el deporte nacional, los viejos complejos, con la picaresca a la cabeza, lleva a que el axioma de joder al prójimo alcance el estatus de una verdad de fe no reconocida pero llevada al Altar de la Caja Tonta, gracias a la infalibilidad de sus mesnadas televisivas, dedicados en cuerpo y alma a instaurar sus dogmas, propios de la más oscuras pesadillas de Rouco Varela.

Marx en el capítulo V de su libro El 18 Brumario de Luis Bonaparte caracteriza al lumpemproletariado de la siguiente manera:

Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y un general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda es masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohemia: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de diciembre, «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora


Esto es lo que decía Karl Marx, sobre el ascenso al Poder en Francia, en su época, del sobrino de Napoleón, Luis Bonaparte, Napoleón III, fundador del Segundo Imperio de aquel país vecino. Y ahora comprobemos lo que repite Pablo Iglesias...

Voy a seguir leyendo a Norman Mailer, después de leer "Un sueño americano", y "Los desnudos y los muertos", sigo con "La canción del verdugo", premio Pulitzer en Estados Unidos en 1980, seguiré con Truman Capote, para acabar con Alfred Tennyson, poeta insigne británico de la época victoriana. Tras de eso, debería buscar algo de Walt Whitman, lo que encuentre por la biblioteca de Avilés.

Gracias al PSOE local por los libros, es lo único que en estos tiempos, ya casi perdida la sabiduría transmitida oralmente, nos ayuda a tener la mente abierta.

Todavía voy a volver a votar al PSOE. Al menos gracias a ellos, leo. Y eso. No es moco de pavo.

MEMORIA

Y resbaló el amor estremecido
por las mudas orillas de tu ausencia.
La noche se hizo cuerpo de tu esencia
y el campo abierto se plegó vencido.

Un ayer de tus labios en mi oído,
una huella sonora, una cadencia,
hizo flor de latidos tu presencia
en el último borde del olvido.

Viniste sobre un aire de amapolas.
Como suspiros estallando rojos,
bajo el ardor de las estrellas plenas,

los labios avanzaron como olas.
Y sumiso en el sueño de tus ojos
murió el dolor en las floridas venas.

DIONISIO RIDRUEJO JIMÉNEZ*


* Dionisio Ridruejo Jiménez (Burgo de Osma, Soria, 12 de octubre de 1912 – Madrid, 29 de junio de 1975) fue un poeta español perteneciente a la Generación del 36 o Primera generación poética de posguerra. Participó como falangista en el bando de Franco, pero ya desde 1941 su distancia con el nuevo régimen se iniciaba, consumándose al año siguiente con la dimisión de sus cargos. Desde entonces, se enfrentó al franquismo, sufrió cinco años de destierro y unos meses de cárcel; manteniendo cierta libertad de acción, luchó hasta el final de su vida por las libertades, uniéndose con la oposición democrática.

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