sábado, 29 de abril de 2017

Milagros

Es de oro el silencio. La tarde es de cristales.
Decía aquel poeta andaluz,
que ilumina el día,
que pinta la vida
del color de sus andares.
Y por estos lugares,
por ahí,
por ahí,
aún resuenan,
¡Oh mi musa!
Tus cantares.
Sí, es de nuevo,
tu símbolo
que en lo más profundo de la noche,
guía a otro niño díscolo.
Entre los dedos,
en mis frías manos,
cuento con mis palabras,
el dolor,
y la soledad
que sufren mis hermanos.

Sinestesia.

Palabra mágica
que pronunciamos al sentir,
al comprobar,
tu ausencia.

Sinestesia.

Vocablo oculto,
de un mundo,
de otro planeta
que hace latir,
que hace blandir,
el blasón de los poetas.

Sí,
claro que sí,
Princesa,

De color de rosa,
delineas mi prosa,
y,
al resoplar de las marsopas,
construyes mis estrofas.

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