domingo, 23 de julio de 2017

Infinito

Las estrellas en el cielo,
las anémonas en el mar,
flotando,
navegando,
entre los témpanos
que derrite el hielo.

Las anémonas en la mar,
y los poetas en el bar.

Con los ojos radiantes,
con ese corazón espeluznante,
con tus labios desternillantes,
Felipe segundo,
el segundo,
te contempla,
con sus puñetas
haciendo abanicos,
tirabuzones con las olas,
reverencias.

Señora.

Cada mirada,
cada gesto,
es un pestañeo,
un guiño,
un canto,
que pinta de colores
los más solitarios gritos.

En el mundo del futuro,
estás tú,
y tu delicadeza,
entre la espuma,
la espuma de la cerveza.

Eres como el Sol,
Como el Sol de la mañana,
del mundo del mañana mañana.

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